Mochila escolar: cómo elegir la correcta
2020/06/25
En horas no más otro ciclo escolar comienza nuevamente y los chicos tienen que tener todos los útiles listos para arrancar las clases con todo.
Libros, cuadernos, cartuchera, lunchera y hasta botellita de agua son alguno de los elementos que se pueden encontrar en el interior de la mochila de un escolar. Sin duda, este último es un accesorio indispensable para la vida diaria de los estudiantes y lo ideal es que dure todo el año.
En el mercado se pueden encontrar diversos tipos de mochilas y existen principalmente tres tipos de mochilas.
La tradicional es la mochila que se lleva sobre la espalda por medio de dos correas que pasan sobre los hombros.
Es clave revisar la calidad de los materiales, tanto de la mochila como del plástico del carro.
Los morrales se cuelgan mediante una sola correa de un hombro y que cae al costado del cuerpo. Pueden usarse paralelas al tronco o cruzada a través del mismo. El morral no es recomendable, debido a su alta deformidad y por que no distribuye la carga de manera uniforme, debido a su única correa y material de construcción deformable.
El carrito con ruedas y manija para ser empujada no afectan la espalda de los chicos, pero su inconveniente son las escaleras y el terreno irregular, sobre todo si están muy cargados.
Pero más allá de estos formatos, hay algunos tips para elegir una mochila de calidad y hacer una buena inversión.
En cuanto a la tela, la especialista y diseñadora Valeria Luchansky, recomienda que sea robusta, resistente, con materiales nobles (son mejores las telas más rígidas que los géneros blandos, porque no se deforman). Lo ideal es que el género sea waterproof porque va a tener que resistir días de frío, lluvia, viento, escaleras, pozos y actividades de todo tipo.
Hay que revisar que no estén marcados los pliegues anticipando roturas. En cuanto a las costuras, hay que probar de tirar de ellas para revisar que no se abran y que estén bien cosidas. Principalmente en las tiras y en las uniones de los cierres y los bolsillos.
Las tiras tienen que ser anchas, reforzadas, acolchonadas, regulables, resistentes y a la vez muy confortables.
Para analizar el interior de la mochila, organizar fácilmente los elementos del colegio es clave. De acuerdo a cada edad y a la cantidad de materiales que llevan, contar con una mochila con distintas distribuciones de bolsillos frontales y laterales puede ayudar muchísimo a ordenar y encontrar el contenido. Es clave que el forro interno sea lavable.
La espalda de la mochila debe ser reforzada y acolchonada, cómoda para cargar peso diario.
Si se va a comprar un carrito, hay que revisar la calidad de las ruedas, la altura de los mismos para que les queden cómodos a los chicos, la estabilidad y calidad del plástico.
Si bien un carro puede cargar muchísimo peso, es importante tratarlos con cuidado tal como sucede con cualquier valija.
Cuando se elige un carro se debe tener en cuenta como primer punto a las ruedas: la calidad del material, el rodamiento, la estructura a la que están adosadas. Un buen ejercicio es ver una mochila cargada: de esta manera se puede reconocer la estabilidad del carro cuando lleva peso.
Otro tema que es un detalle pero algunas marcas lo contemplan, es el arrastre de las tiras, como mencionamos anteriormente. Algunas firmas cuentan en el extremo de la tira con un velcro que permite unir el sobrante de tira a la espalda del carro, para que esto no suceda. Son detalles que hacen al buen mantenimiento de la mochila.
Otro tema: la manija regulable; revisar que les quede cómoda a chicos y padres también.
A la hora de elegir, utilizarla y recorrer alguna superficie. Es clave que revisen la calidad de los materiales, tanto de la mochila como del plástico del carro.
La mochila debe durar mínimo el año escolar. Como todos los accesorios portantes, es clave el buen uso y mantenimiento para que esté en buenas condiciones.
Una mochila de jardín de buena calidad puede resistir hasta empezar la primaria. Una escolar conlleva más exigencias a nivel peso y desgaste, pero si es de buena calidad y se usa con amor, debería resistir 2 ó 3 años de uso perfectamente.
Por lo general, los carros duran menos tiempo porque llevan mucho peso y las ruedas pueden ir desgastándose a lo largo de los años. Por eso es clave elegir bien y revisar la calidad del producto antes que nada.
Las mochilas deben ser fácilmente lavables, así que es ideal una vez por mes darles una “ducha” de cara y probablemente se vean como nuevas.
Un buen ejercicio es vaciarlas algún fin de semana, revisar que no haya contenido suelto que pueda dañarla, ventilarla y volverla a ordenar para comenzar la semana.
Lo mismo con las luncheras y las cartucheras. Al mantenerlos a punto quitando los elementos y limpiando las superficies, siempre van a lucir como recién comprados o al menos durar todo el año.
Invertir hoy en una buena mochila es resolver un problema para todo el año; un producto de calidad bien cuidado, tiene que llegar en excelentes condiciones a diciembre. Una buena decisión es encontrar el equilibrio justo entre una hermosa mochila que les guste a los chicos y calidad que amerite que los padres inviertan en ella. Una selección bien lograda dará grandes satisfacciones a todos.